

Un fotógrafo alemán, Walter Schels, presenta una
exposición en la que se muestran retratos de enfermos terminales fotografiados antes y después de morir. La resignación se contempla en sus ojos, vacíos de cualquier esperanza.
La muerte -al igual que la vida- nos acompaña desde que nacemos y aún así, no somos capaces de encajarla del todo bien. Es una lástima.