Ya hace tiempo que he dejado de compadecerme por las miles de humillaciones que han querido inflingirme y que he ido almacenando en el fondo de mis bodegas de desgracia. Pero jamás llegaré a comprender a esas personas que al solicitarles una limosna nos ignoran absolutamente. Ni una negativa verbal, ni un gesto disuasorio, ni una mirada. Nada.viernes, 10 de julio de 2009
Nada
Ya hace tiempo que he dejado de compadecerme por las miles de humillaciones que han querido inflingirme y que he ido almacenando en el fondo de mis bodegas de desgracia. Pero jamás llegaré a comprender a esas personas que al solicitarles una limosna nos ignoran absolutamente. Ni una negativa verbal, ni un gesto disuasorio, ni una mirada. Nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario