El 2 de septiembre de 2005 el 85% de la ciudad de Nueva Orleans estaba bajo el agua, donde en algunas zonas llegó a 7 m de profundidad. Durante un tiempo, la ciudad estuvo inhabitable. Todos los servicios públicos estaban suspendidos y no era posible utilizar la infraestructura física debido a la gran cantidad de agua. Además está en crisis de orden público debido al violento saqueo generalizado que se presenta por la falta de alimentos y servicios públicos.
En la tarde del 30 de agosto, y en atención a la imposibilidad de restaurar el aislamiento con el lago Pontchartrain, y al empeoramiento de las condiciones de vida en los albergues, la gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, ordenó la evacuación de todos los residentes de Nueva Orleans.
No hay comentarios:
Publicar un comentario