Ésa fue la última frase que escuché en un concierto de Antonio Vega: ¡Aguanta Antonio! Fue una gran noche. Y un gran concierto. Muy íntimo, muy decadente.
Ayer, Antonio no pudo aguantar más. Un buen amigo me confesó que, cuando leyó la noticia, se puso a llorar. Me impresionó el comentario. Lo comenté con una amiga, por teléfono. Ella se rió. Así son las cosas, supongo, muy relativas: unos lloran y otros se ríen.
2 comentarios:
Quién, la que me chafó la sorpresa????
Efectivamente :-)
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