jueves, 21 de noviembre de 2013

Juárez en la Sombra

(...)

Primero llega el gobernador, no alcanzo a preguntarle. Cuando está pasando el alcalde puedo deslizar mi brazo entre un guarura al que le supero en estatura y situar la grabadora sobre su bocaza:

- Señor alcalde, ¿me permite una pregunta?
- Sí, dígame, dice todo sonriente.
- Usted finaliza mañana su mandato, ¿cómo va a asegurar que se haga justicia en el caso de María de los Ángeles Morales baleada por los policías municipales el día de la inauguración de la Equis?

- No la escucho, no la escucho, no la escucho...
Y el Teto se me va a la carrerorota.

Me despido de María de los Ángeles, que se sienta enfrente del alcade, con sus cartulinas, pero a varios metros de distancia.

"Me da como enojo, coraje, impotencia, tristeza. Mucha tristeza porque siento que no van a hacer nada, que se va a quedar todo así, nada más", dice María de los Angeles, nacida en Irapuato, Guanajuato hace 30 años, que emigró a trabajar en una fábrica maquiladora a los 15 años de edad. 
"A los policías sólo los van a acusar por abuso de la autoridad, los altos mandos bloquearon todo. Por un momento me dio miedo (venir) pero me dije a ver si se atreven de hacerme algo aquí delante de toda la gente. Si algo me pasa, se lo responsabilizo a Teto (alcalde) y al Leyzaola (jefe policía)".

(...)

Judith Torrea, Juárez en la Sombra


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