lunes, 29 de diciembre de 2008

Gomorra

Todos los que conozco o han muerto o están en la cárcel. Yo quiero ser un boss. Quiero tener supermercados, tiendas, fábricas, quiero tener mujeres. Quiero tres coches, quiero que cuando entro en una tienda se me respete, quiero tener almacenes en todo el mundo. Y después quiero morir. Pero como muere un boss auténtico, uno que manda de verdad. Quiero que me maten.

Extracto de una carta enviada por un chaval encerrado en un correccional de menores en Secondigliano, Nápoles.

Teorías


¿Algún día sabremos de qué va en realidad esta broma? ¿O quizá la broma consiste precisamente en eso, en no saber nunca nada?

24 hours party people

domingo, 28 de diciembre de 2008

I feel pretty



Grandes conceptos + grandes ideas = grandes spots. Poco más hay que decir. Si acaso, repasar el origen de todo y dar las gracias al maestro Leonard Bernstein.

El kilómetro siete de los cuernos de tu padre

Qué cosas. Hay peña que tiene trabajos raros e incluso jodidos, pero he visto a un tipo que se lleva la palma. Trabaja en la tele, dice. Lo conocí en un bar y me cuenta que tiene uno de esos programas de televisión en los que hay que averiguar qué se ve en la pantalla y si aciertas, ganas unas entradas para el cine. Todo adornado con música de Top Gun de fondo.

Me pongo a investigar y encuentro varias cosas en You Tube. Como muestra, este vídeo. Es un poco largo pero no está de más ver un rato para comprobar:

1.- Lo aburrida que es la vida de la peña.
2.- La cantidad de tiempo libre que tienen.
3.- La falta de creatividad a la hora de crear ideas (aunque éstas sean maldades).
4.- Que la gente, por dinero, hace lo que sea.

Me pregunto cómo será la vida del presentador. Él se ríe cada poco pero sospecho que su trabajo no le hace ninguna gracia. Ni su vida. ¿Estará casado? Y si es así, ¿qué opinará su marido o su mujer con respecto a su curro? ¿Y sus amigos? ¿Cómo serán las cenas con sus amigos? Se tienen que partir de risa. El tío es una apuesta segura para llevarlo a una cena de idiotas. En un momento dado del programa, un chico le pide permiso para saludar y saluda a su cuñado y a su puta madre. El presentador dice todo serio: "Ya me lo imaginaba". Todo un detective, un artista. 

Hay otras dos partes, muy curiosas (acaba enganchando). He rescatado las siguientes lindezas. Tras mostrar la imagen en la pantalla y ante la pregunta de "¿qué crees que puede ser?", los concursantes le responden:

1. Un calvo cabrón.
2. Una teta de tu madre.
3. La otra teta.
4. La tumba de tu madre.
5. El kilómetro siete de los cuernos de tu padre.
6. Los surcos que deja la silla de ruedas de la puta de tu madre.
7. Un aparato para medir tus cuernos.
8. La polla de tu viejo retorcida.
9. Un consolador de elefantes.
10. Un nicho con las calaveras de todos tus muertos.

En un momento del segundo vídeo, aparece otro presentador, aunque su presencia es efímera. Se quitó de en medio rápido. Me recuerda a un profesor que tuve hace muchos años. Creo que ambos siguen en el psiquiatra. Y también hay que pensar en su otro compañero, el que intenta cortar las llamadas cuando empiezan a insultarle. ¡Menudo estrés!

Vaya nivel que tiene este país...

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Sin título

John Kolesidis, Atenas, diciembre de 2008.

Stand by me



Otro proyecto super interesante, Playing for Change, un movimiento creado para inspirar y conectar a las personas de todo el mundo a través de la música. 

martes, 23 de diciembre de 2008

Educación visual

Un interesante crítica a los grafiteros de cuarta división. Los muy idiotas no se enteran: se trata de crear, no de destruir. Toda una lección.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Desde Oriente


Una bonita historia desde Lahore, en Pakistán.

viernes, 19 de diciembre de 2008

(Infra)mundo



Primera, segunda y tercera mejor foto del año, según Unicef.

La ganadora, Alice Smeets muestra la cara oculta del paraíso de Haití. El segundo premio fue para Oded Balilty, quien nos sigue recordando el drama tras el último terremoto en Sichuan, visita obligatoria en cualquier viaje sensato a China. El tercer premio fue para Balazs Gardi, retratando el horror del día a día en Afganistán.

Éste es el mundo en el que vivimos y estos fotógrafos no quieren que nadie lo olvide. ¡Bravo por ellos!

Mascotas




En varios poblados de Nigeria, si quieres ir de tipo duro, la cosa está difícil. Para empezar, si no eres un negro de metro noventa y más de cien kilos de puro músculo, estás en desventaja. Y si además, no tienes una gigantesca hiena como mascota, directamente estás jodido.

Algunos de sus dueños llevan, además, huesos en lugar de palos. Espero que no sea de algún fotógrafo blanquito que se pasó de listo.

Lo cierto es que, para que negarlo, tanto los tipos como sus bichos acojonan un poquito. Quizá sea porque no sonríen. O tal vez sea porque -y esto es peor aún- no tienen ningún motivo para sonreír.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Super pene


"Mediante las diferentes secciones de nuestra completa guía intentaremos hacer que todos nuestros lectores comprendan que existen métodos y tratamientos muy eficaces de alargamiento de pene sin tener que recurrir a la tan peligrosa y costosa cirugía. Además les tendremos informados sobre ofertas, novedades, actualizaciones, artículos y descuentos que pudieran resultar de interés para todos ustedes para el tema del alargamiento de pene."

Fascinante.

En la imagen, los casi 30 cm. del pene de Rasputín. Obviamente, a él no le hacía falta ningún artificio para aumentar el tamaño de su miembro. La carita de la chica da buena prueba de ello.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Lucky Strike


Hoy he leído la historia de un tipo que decidió convertirse en jugador de póquer profesional. No era nada extraordinario, no había ganado un millón de dólares ni nada parecido. Pero se dedicaba a eso, vaya. Un par de viajes al año a Australia y a Las Vegas para participar en torneos on line y de vuelta a casa a contar los billetes y a seguir jugando. Al parecer, al tío no le va nada mal. Así que, en realidad, si lo piensas un instante, sí que es extraordinario. ¿A qué te dedicas? Juego al póquer. Tiene huevos el asunto.

Lo curioso es que hace un par de semanas, un amigo me habló de dos tipos, dos futbolistas de tercera división que deciden, con veintitrés años, colgar las botas. ¿Por qué? Para jugar al póquer. Y les va razonablemente bien. ¡A unos futbolistas de tercera división! Vamos, no me jodas.

Así que no lo pensé dos veces y me lancé a una página de póquer on line. Una vez allí, y tras estudiarla durante un par de minutos, me decido y hago un ingreso de mil pavos. Vamos a jugar. Le dinámica del Texas hold 'em es muy sencilla. Lo difícil es ganar.

Cada jugador arranca con dos cartas o pocket cards -que nadie más que él puede ver- y se inicia la primera ronda de apuestas. No suele ser superior a los 25 ó 50 dólares. Aquellos que hayan entrado al juego pueden optar a combinar su mano con el flot, consistente en otras tres cartas descubiertas y comunes a todos. Aquí llega un nuevo turno de apuestas. Es una parte importante de la partida, ya que los jugadores pueden empezar a barruntar cosas. Ahora, el olfato, el instinto y la experiencia pueden jugar un papel crucial. En el flot es habitual que las apuestas superen los 100 dólares, así que sólo suelen entran los jugadores que tienen buenas cartas. Una pareja o un proyecto atractivo como mínimo. Eso lo descubrí rápido. La gente no suele farolear. Sospecho que le tienen bastante aprecio a su pasta. Peor para ellos.

Sigue el juego. Los que aún se mantienen con vida, pasan a la siguiente fase, la cuarta calle, en la que se descubre una nueva carta común a todos y a continuación, se vuelve a apostar. Todos aquellos que han llegado hasta aquí suelen ir bastante en serio y apuestan como kamikazes. Básicamente porque si tienen una buena jugada, quieren sacar el máximo dinero posible. Y lo quieren rápido, sin enzarzarse con nadie. Pero si no llevan buenas cartas, se aferran a su última esperanza: buscan, desesperadamente, la suerte. Y la suerte, en realidad, no existe. Existe la buena suerte y la mala suerte, claro, pero no la suerte como tal. Así que a la larga, suelen perder. Pero ellos apuestan. Y así, en la última y definitiva fase, la quinta calle, se destapa la carta final, una vez más, común para todos. Y una vez más, se apuesta. Aquí la gente se lo piensa bastante. La web incluso te ofrece un porcentaje de éxito frente a tus rivales. Así puedes medir tus posibilidades, aunque en realidad todo el pescado está vendido. Lo que sucede a continuación, es lo que siempre ha sucedido: unos se reservan y otros apuestan; unos se rajan y otros se tiran un farol; finalmente, un tipo gana y, a veces, otro tipo, tras una mala decisión, pierde todo lo que tenía. Como la vida misma. Nada nuevo, vaya.

Es un hermoso juego aunque lo malo de las partidas on line, es que, obviamente nadie te ve la cara. Ni tú ves a tus rivales. No hay ojos impenetrables. No hay personalidades. Ni humo, ni tics. Imposible poner cara de póquer. No funciona. Comprobado. Supongo que eso perjudica a los impasibles, a los McQueen y compañía, pero a la hora de la verdad, permite a la gente relajarse y concentrarse exclusivamente en el juego, como en el ajedrez. Yo he disfrutado. He jugado durante un par de horas y he ganado 10.000 dólares. Media hora después, lo había perdido todo. Nunca aprenderé.

martes, 9 de diciembre de 2008

Lucha real

El, por aquel entonces, Príncipe Juan Carlos se defiende de la super patada de kárate del Rey Constantino II de Grecia en la isla de Corfú, en septiembre de 1966. Viendo la cara del monarca, es, lo que se dice, una lucha totalmente real. Eso sí, hasta donde yo sé, no había osos ni vodka en los alrededores.

Imagen de David Lees para la revista Life

domingo, 7 de diciembre de 2008

Irlandeses, cervezas y mujeres

En un oscuro pub del Temple Bar, un tipo grande como un oso abraza a dos mujeres. Es medianoche. Está completamente borracho. Ellas ríen. ¿Cuantos irlandeses hacen falta para cambiar una bombilla?, les pregunta mientras se bebe de un trago su enésima pinta de Guiness. ¿Cuántos? preguntan divertidas ambas chicas a la vez. Dos, responde el tipo. Uno la sujeta y el otro bebe hasta que la habitacion empieza a girar. 

Look Left

Paseos espaciales



Las vistas tienen que ser la bomba desde allí arriba.

World Press Photo


La primera es de Mogens von Haven, en 1955. La segunda, de Malcolm W. Browne, en 1963. Más fotos increíbles aquí.

viernes, 5 de diciembre de 2008

lunes, 1 de diciembre de 2008

La huida (IV)

"Si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo de desgraciados". Alejandro Casona


El tren volaba hacia Barcelona aunque para mí no pasaba el tiempo. Supongo que ella era una agradable compañía. Yo necesitaba relajarme durante un rato. No quería seguir pensando en la que lió el hijoputa de Antonio en aquel asqueroso bar. Y ella era la excusa perfecta. Se llamaba Lucía, era médico y aunque al parecer ya no ejercía, siempre viajaba con un estetoscopio. Nunca se sabe, decía. Una chica interesante. Treinta y tantos, morena, atractiva, de fácil conversación. Era, sin duda, un personaje singular. Venía de las playas del sur y su aspecto desastrado daba buena cuenta de ello. Hablamos del mar, de Madrid, de Barcelona y de una amiga suya que era medio bruja y se ganaba la vida echando las cartas. Miraba intensamente, como buscando respuestas en mi interior. Tenía unos profundos ojos negros que hipnotizaban. Y hablaba muy suavemente, pensando cada una de las palabras que pronunciaba. Tomándose su tiempo. Disfrutaba conversando. Se notaba. Y yo disfrutaba de su compañía. Y eso también se notaba. Cuando el tren llegó a la Estación de Sants, sentí que aún teníamos mucho de que hablar, que tal vez debería volver a verla. Era una mala idea, claro. No era el momento más oportuno pero yo no quería que esto acabase así. Anoté su número de teléfono y prometí llamarla. Lucía me creyó. 

Tardé muy poco tiempo en llegar al Barrio Chino. Allí conocía un burdel donde me podría quedar unas pocas horas y empezar a pensar en un plan. La dueña era una antigua amiga. No haría demasiadas preguntas y no me molestaría nadie. Necesitaba un plan. Y lo necesitaba ya. Pero mientras caminaba por las estrechas callejuelas me di cuenta de que aquello ya no era como en los viejos tiempos. El barrio era diferente. Estaba inundado de jóvenes universitarios, de galerías de arte y tiendas de discos. Unos turistas le preguntaban a un anciano la dirección de un hotel cercano aunque él no parecía entenderles. La luz del sol lo iluminaba todo. No había ni rastro de aquel barrio gris que yo recordaba. Todo era diferente. Y el restaurante que se alzaba en la antigua casa de putas lo confirmaba. Todo había cambiado. Hacía demasiados años que no pasaba por allí. La ciudad era ahora una completa desconocida para mí. De repente me sentí intranquilo. Me sentí un extraño. Miré a mi alrededor y la figura de dos Mossos d'Esquadra me hizo recordar mi situación. Tenía que salir de allí. Decidí alquilar un coche y largarme de inmediato. Con un poco de suerte podría llegar a París por la noche, dormir en alguna pensión de mala muerte donde no me pidieran papeles y coger un tren por la mañana, destino a algún sitio. Pero, ¿a dónde? El siguiente paso sería decisivo. La pasma no tardaría en empezar a atar cabos. Necesitaba pensar. Sentía que la cabeza me iba a estallar pero cuando me senté al volante del Volkswagen Golf y arranqué el motor, dejé de preocuparme. Tenía un largo viaje por delante para pensar en mi próximo destino.