Hace poco me encontré con un tipo con pinta de yanqui. Sólo le faltaba la puta gorra de béisbol. Charlamos un poco en inglés. El inicio fue más o menos así:
Haddock: (...) ¿De dónde eres?
Yanqui: De América.
H: América, ¿eh? Pero de dónde... ¿De Perú? ¿De Argentina?
Y: (con cara de sorpresa) No, no, soy de los Estados Unidos de América.
Podría ser un chiste. Pero no lo es porque la mayoría de los yanquis, además de no entender nuestro sentido del humor, son unos capullos y sobre todo unos paletos.
Para muestra, un link.
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