miércoles, 27 de mayo de 2009

Pérdidas, robos, rupturas y demás

Primero fue la destrucción de las gafas. Mi despistado culo, sencillamente, las volatilizó. Poco después llegó el ya conocido robo de la bici y ahora viene la última entrega: la pérdida del pendrive -y de la valiosa información que almacenaba, claro está-. Y lo de "pérdida" es relativo, ya que es cierto que lo olvidé sobre una mesa, pero alguien decidió que estaría más a gusto en su bolsillo. Normal. No obstante, y un poco a la desesperada, he dejado una nota de rescate. Al principio pensaba en escribir algo con un tono amenazador, en plan: "o aparece el puto pendrive o aquí se lía la de dios" pero pensé que sería poco efectivo así que he optado por un estilo más sobrio, con una cita final de Thomas De Quinceny que dice así: "Si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco después piensa que el robo no tiene importancia, y del robo pasa a la bebida y a no respetar los sábados, y de esto pasa a la negligencia de los modales y al abandono de sus deberes".

Veremos si surte efecto...

1 comentario:

El emmental dijo...

Sigo pensando que todas esas desapariciones (incluida la desmaterialización de gafas en agujero negro) están íntimamente relacionadas con el latrocinio sufrido por cierto bar de copas dedicado a un felino.