jueves, 25 de junio de 2009

Nueva York


Hacía tiempo que no pensaba en Nueva York. Exactamente, desde el 15 de abril pasado, cuando, desde uno de sus aeropuertos, la observé desde lejos. Lo malo es que, precisamente de lejos, veo bastante mal. Aún así, reconocí su silueta perfectamente. Desde entonces, no he vuelto a pensar en ella y eso que tengo dos bonitas fotos de Broadway y del Empire State en casa -también tengo una del edificio Flatiron, pero ésta, aunque tal vez sea mejor foto, tiene mucha menos gracia-. El caso es que hoy he vuelto recorrer la Gran Manzana, de la mano de Enric González y sus Historias de Nueva York. Y tengo que decir que ha sido un recorrido muy interesante.
He estado un par de veces en la ciudad y han sido dos viajes muy diferentes; el primero, bastante diurno y un poco turístico, fue antes del 11-S. El segundo, muy nocturno y loco, fue poco después. En ambas ocasiones disfruté bastante, la verdad. Y hoy, gracias a el librito -como Enric lo define-, he vuelto a disfrutar.

Personas de absoluta confianza me habían recomendado las Historias de Nueva York -y a Enric González- desde hace ya bastante tiempo. Pero como casi siempre, todo tiene su momento -aún tengo que buscar un hueco para devorar The Wire- y hasta hoy no le había llegado su turno. También me han recomendado una y otra vez sus Historias de Londres. Tendré que ponerme con su otro librito porque la verdad es que, a pesar de haber estado muchas más veces en la City, tengo la certeza de que conozco Londres mucho menos de lo que conozco Nueva York y seguro que, como siempre, disfruto del viaje.

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