domingo, 8 de junio de 2008

El animal más bello del mundo

En el año 54, Ava Gardner conoció a Bogey durante el rodaje de La Condesa Descalza. El primer día fueron a un club y ella casi se muere del aburrimiento. Decía de él que apenas hablaba, que tenía la mirada perdida y que era terriblemente tímido. Vamos, un coñazo. Hasta que se pidió el primer trago. Ahí cambió todo. Se encendió un cigarrillo y se convirtió en el tipo cínico, irónico, misógino y divertido que todo conocemos. Una docena de whiskys después, los porteros les echaron del garito por montar el pollo. Eso sí: salieron abrazados y riéndose. Y aunque tal vez no acabaran juntos en la cama, seguro que fue una gran noche.

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