Olmert lo cuenta así:
"Cuando vimos que Condoleezza Rice, por razones que no entendemos, quería votar a favor de la resolución de la ONU... busqué al presidente Bush y me dijeron que estaba dando un discurso en Filadelfia. Yo dije: No me importa. Quiero hablar con él ahora mismo. Le sacaron del podio donde estaba dando el discurso, le llevaron a otra habitación y hablé con él. Le dije: 'No podéis votar a favor de la resolución'. Me contestó: 'Escucha, no sé de qué va, no la he visto, y no estoy al corriente del texto' y le dije: "Tengo confianza contigo. No puedes votar a favor". Bush dio la orden a la secretaria de Estado y ella no votó a favor de una resolución que ella tramó, redactó, organizó y maniobró. Rice quedó bastante avergonzada y se abstuvo al final".
Sencillamente, increíble.
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