¿Quién dijo que Stallone no era divertido? Después de algún escarceo con el cine porno, Sly se encuentra en 1971 con Woody Allen en esta interesante peli: Bananas.
Cinco años después, el potro italiano escribiría un guión y le echaría un pulso a los productores negándose a vender los derechos al no ser que él mismo protagonizase la cinta. Ellos accedieron, claro.
Supongo que no es necesario ser un gran escritor para crear una buena historia pero es imprescindible echarle huevos a la vida para conseguir todo lo demás.
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