jueves, 27 de noviembre de 2008

3,92

En general, odio la televisión. Toda la programación me parece tan mala, aburrida y carente de imaginación que en realidad básicamente sólo utilizo la tele para ver películas y fútbol.

Eso sí, a veces, fruto de la casualidad, descubro cosas dignas de enmarcar. En Digital Plus hay una cadena de música que por lo visto también ofrece uno de esos concursos telefónicos a los que casi nadie llama. La dinámica es muy sencilla: hay una imagen con varias monedas de euro, se trata de contarlas y de llamar para dar la cifra exacta. Las cuento: hay exactamente 3,92 euros. Al poco tiempo, alguien llama y dice "3,92". La presentadora, una pedorra adolescente le responde que no, que ha fallado. Me siento confundido. Vuelvo a contar las monedas. Efectivamente, son 3,92. Hay tres monedas de un euro, una de cincuenta céntimos, una de veinte, una de diez, dos de cinco céntimos y una de dos. 3,92 en total. No hay ninguna duda. La presentadora, que no para de hablar, da una pista: son menos de cuatro euros. Gran pista. Alguien llama al cabo de un rato: cuatro euros, dice. Oh, qué lastima. Te has acercado pero no es la cifra exacta. Pasan dos minutos más y alguien llama de nuevo: 3,92, asegura. Lo siento, la cifra no es exacta, contesta apenada la joven presentadora. El programa es una tomadura de pelo total pero sigo mirándolo con cierto interés. Ya nadie llama. La chica habla y habla pero nadie llama. Da una nueva pista y aparecen dos cifras: 1,48 y 2,56. Al parecer la respuesta es una de estas dos. Definitivamente no entiendo nada. Miro las monedas y las cuento una vez más: 3,92. La chica sigue invitando a los espectadores a participar. Al parecer hay 1.000 euros de premio y otros 10.000 a los que se puede optar, aunque todavía no sé cómo. Me pregunto cuánta gente estará viendo el programa. Tengo la sensación de que muy pocos. Miro el teléfono al que hay que llamar. Es uno de esos que cuesta un huevo. Pero tengo curiosidad y llamo. Aparece la voz de la insoportable presentadora asegurándome de que he estado muy cerca de poder participar y me invita a probar suerte de nuevo. Cuelgo pensando en el caradura que ha ideado todo esto y lo intento otra vez. Ahora hay suerte. ¿Hola? Mi voz suena en antena. La chica me saluda y me recuerda las dos opciones: 1,48 ó 2,56. La miro fijamente en la tele. Es guapa, pero parece medio lela. 3,92, le digo. No, no -responde ella- tienes que escoger entre 1,48 ó 2,56. Bueno, en realidad -le digo dulcemente- sólo llamaba para preguntarte si eres consciente de que éste es el programa más cutre de toda la historia de la tele. Ya lo decía Fellini -prosigo-, la televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural. Y por cierto, la respuesta correcta es 3,92. La chica sigue confundida cuando cuelgo el teléfono. Ella no puede verme pero yo la sigo observando a través de la pantalla. Cosas del directo, dice nerviosa. Alguien llama al instante y prueba suerte: 1,48, dice. La presentadora estalla de alegría: ¡Enhorabuena, has ganado 1.000 euros! Ahora, el supuesto concursante -sospecho que debe ser un técnico, un cámara o quizá su novio- puede conseguir el premio gordo, los 10.000 pavos. La chica le pide que diga tres números. El tipo responde: el 2, el 4 y el 6. Ella, saca un sobre en el que aparece una cifra: 581. Se trata en realidad de acertar un número entre el 1 y el mil. Super fácil. Le dice que lo siente y que lo intente otro día. El programa termina. Apago el televisor. El mundo va fatal.

1 comentario:

Tú o yo dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajaja (y sigo). Es lo mejor que he leído en mucho tiempo.