miércoles, 12 de noviembre de 2008

El precio de matar

Hace casi tres años, unos niñatos pertenecientes a familias acomodadas de Barcelona, entraron en un cajero de La Caixa donde dormía una indigente, la rociaron con 25 litros de disolvente, encendieron un cigarrillo y la quemaron viva.

Dos de ellos tenían 18 años y les han caído 17 de cárcel. El otro pequeño cabrón, tenía 16. Le metieron ocho años de internamiento en un centro de menores.

Pero lo sorprendente es que, además tendrán que indemnizar a la madre y a la hija de la víctima con 46.000 euros y a La Caixa con 26.000 euros por los daños provocados. Matar a una persona: 46.000; quemar un cajero: 26.000. Menos de la mitad. Últimamente la vida humana cotiza a la baja.

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