Dos de ellos tenían 18 años y les han caído 17 de cárcel. El otro pequeño cabrón, tenía 16. Le metieron ocho años de internamiento en un centro de menores.
Pero lo sorprendente es que, además tendrán que indemnizar a la madre y a la hija de la víctima con 46.000 euros y a La Caixa con 26.000 euros por los daños provocados. Matar a una persona: 46.000; quemar un cajero: 26.000. Menos de la mitad. Últimamente la vida humana cotiza a la baja.
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