Los guionistas del fútbol siguen esmerándose en buscar finales inverosímiles pero su imaginación empieza a agotarse. Sospecho que para poder seguir sorprendiendo al público tendrán que currárselo un poquito más, porque lo del penalti en el último segundo empieza a estar muy visto. Con sólo pensarlo un par de minutos se me ocurren varios finales más interesantes para los próximos partidos:
1.- A punto de finalizar el encuentro, con empate en el marcador, un rayo cae sobre un árbitro de tercera división y su silbato suena justo en preciso instante en el que cae fulminado. Los jugadores detienen el partido pero nadie sabe qué ha pitado. Tras consultarlo con el público, el juez de línea finalmente señala fuera de juego del equipo visitante y expulsa al portero local por pérdida de tiempo. El partido se reanuda con el cuarto árbitro al frente.
2.- Minuto veinte de la primera parte en el Santiago Bernabéu. El equipo local golea por tres goles a cero. En ese momento, Obama retira su apoyo a Israel y en todo el Oriente Próximo estalla una brutal guerra. Una bomba atómica de 20 megatones cae fortuitamente sobre el estadio, destruyendo todo en un radio de 30 kilómetros. El partido se suspende por falta de futbolistas sobre el terreno de juego -y por falta de terreno de juego- dándose por bueno el resultado que figuraba en el luminoso antes del impacto.
3.- Último minuto de partido con empate a siete goles en el marcador. El equipo visitante se dispone a sacar un córner cuando un defensa agarra a un delantero rival y comienza a besarlo apasionadamente. El portero, tras quitarse los guantes, se une a ellos y se forma un rápido ménage à trois sobre el césped. El árbitro, sin dudarlo un sólo instante, pita libre indirecto pero un terremoto de 9,5 puntos en la Escala de Richter impide que el partido continúe.
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